Un día un niño y su perro mágico se tuvieron que quedar en
casa porque llovía mucho y no se podía estar en la calle. El niño se llamaba
Flin y su perro Jake y era un perro con una cualidad extraordinaria, gracias a
su poder puede estirarse todo lo que quiera .Como no podían ir a la calle en
busca de aventuras, entonces Jake tuvo una gran idea jugar a que el suelo era
lava. Al principio Flin no quería jugar, tocó el suelo y se quemó, la
imaginación de Jake se había convertido en realidad, todo lo que se imaginaba
ocurría .Flin le preguntó si podía imaginar una máquina para desactivar su imaginación,
Jake se la imaginó en el último piso de su casa árbol, pero no podían pasar por
el puente que llegaba hasta allí, porque llovían cuchillos y Jake tuvo una idea
excepcional, se imaginó un techo de metal por el que pudieran pasar . Antes de llegar Flin y Jake tuvieron que
luchar contra un enano con un bazuca y contra una familia de trols invisibles
(que Jake se había imaginado para tener aventuras).Cuando llegaron a la habitación,
consiguieron apagar la máquina, por ese motivo Jake cambió la personalidad. Entonces
Flin utilizó su imaginación para que Jake volviera a ser el mismo de siempre
.Cuando Jake recuperó su imaginación como ya no llovía fueron en busca de
aventuras y se encontraron con un laberinto, en el que ponía:
“Al que llegue al otro lado se le concederá un
deseo”.
Jake y Flin entraron sin
dudarlo. Jake se ató a un tronco que se encontraba en la puerta del laberinto
para que al volver encontraran el camino y no se perdieran. Jake por cada metro
que avanzaba estirándose se hacia cada vez mas y mas delgado.
En el laberinto Flin y Jake
tuvieron que adivinar acertijos y derrotar a monstruos. Cuando consiguieron
llegar al final del laberinto Jake estaba tan delgado y estirado que no podía ni
pestañear. Llegaron hasta donde se encontraba el monstruo que concedía deseos y
Jake como tenia mucha hambre malgastó su deseo en pedir un bocata en vez de
gastarselo en salir de allí.
Flin pidió un doble elefante
telépata de guerra y luego le obligó a que deseara que ellos estuvieran fuera
del laberinto. El deseo se cumplió y aparecieron al lado del árbol, y muy
felices se marcharon junto al doble elefante telépata de guerra a por nuevas
aventuras.