Cuando tenia seis años , era Navidad.Era
Nochebuena y se acercaba la hora para que viniera el Olentzero y me trajera mis
regalos , me levanté a las cinco de la madrugada a ver los regalos pero no había
nada , pero no me preocupé y volvi a la cama. A las seis me volví a levantar y
no vi ningún regalo y me puse triste y volví a la cama.Eran las once y media y
no me había levantado de la cama , entonces vino mi madre muy extrañada y me
preguntó por qué no me había levantado , entonces le conté que me levanté
varias veces a mirar los regalos y no estaban ;en tonces ella me explicó que el
Olentzero no solo me trae regalos a mi , por ese motivo tardaba mas , cuando me
dijo eso me levante corriendo y fui al árbol de Navidad y alli estaban , me
sentí muy feliz al ver mis regalos .
Empecé a abrirlos , en el primero me venía un
dinosaurio , en el segundo un coche teledirigido y en el tercero la nueva PS2.
Lo mejor de ese día no son los regalos sino la
felicidad que me entró al verlos al lado de mi árbol.A partir de ese año para mí
la hora de abrir los regalos es a las once y media de la mañana.
Xabier Pérez
García
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